sábado, 19 de noviembre de 2011

Veinticinco.

Me encanta su sonrisa, la adoro. Adoro sus abrazos, sus besos y sus chistes malos. Me encanta que me haga reír, que me busque mis cosquillas aunque no tenga suerte. Me gusta cuando me mira y cuando sonríe sin ninguna razón porque le devuelvo mi sonrisa, esa que le vuelve loco. Me encanta que cuando hable, aunque el tema no vaya conmigo, que no pare de mirarme ni un sólo segundo. Adoro que me haga sorpresas y bromas, esas tan peculiares en él, y que cuando me enfade por tonterías, venga a los cinco minutos y lo resuelva todo. Me encanta que me diga que le cuente algo, porque sabe que lo odio. Adoro su forma de hablar, sus gestos y su olor. Me encanta estar con él porque se me olvida todo. Me encanta su manera de vacilarme y su manera de ponerme de los nervios. Me encanta su manera de cogerme y tocarme.
Supongo que en realidad, no adoro todo esto, le adoro a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario